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    ¿Tu pasado es tu presente?

    Lo que pasó, pasó. Nuestra mente comúnmente está condicionada a vivir siempre en el pasado, si no te liberas te vuelves esclavo de él, de lo que sucedió.

    Algo que nos hace vivir constantemente en el pasado es pelearnos con él, estar buscando que sea diferente, es indispensable hacer las paces con nuestro pasado y con nosotros mismos, aceptarlo, dejarlo ir y descubrir qué me vino a enseñar, de qué forma me hará crecer.

    Cuando nuestra mente está todo el tiempo en lo que pasó o disparándose en lo que va a pasar, se pierde del tiempo presente, como no está en el aquí y el ahora, se genera una sensación de vacío. Al no estar donde le corresponde, esta sensación busca ser llenada, con comida, alcohol, drogas, cualquier tipo de adicción, de evasión. De ahí se genera la percepción de que la vida carece de sentido, aumentando a su vez el circulo vicioso de mantenerse mentalmente en el pasado.

    Pero, ¿qué les lleva a muchas personas a convertir el pasado en su presente? Resistirse a aceptar la realidad que se les presenta o considerar que una decisión tomada en el pasado es la causante del infortunio presente es uno de los motivos que hace a muchas personas vivir erróneamente.

    Es el miedo de estar presente, de tomar la vida, de hacerme cargo de ella, construir a través de este momento lo que sí quiero para mi vida, si no estoy en ella es muy difícil vivirla, por lo tanto, si yo estoy en el pasado difícilmente viviré. ¿Cuántas veces vemos a personas que no se permiten ser felices pues vienen arrastrando lo que ya pasó?

    Vivir en el pasado tiene dos caras. A algunas personas los acontecimientos de su pasado les perturban, mientras que otras viven añorando los momentos que ya vivieron. Son los dos lados negativos de una moneda que quizá debimos retirar de circulación hace tiempo.

    Si el pasado te lástima y estás sufriendo por eso, lo mejor es tomar cartas en el asunto, buscar soluciones, liberar pendientes. Estos puntos pueden ayudarte a volver a tu presente:

    1. Date cuenta de dónde pones tu atención.

    2. Acepta que lo que pasó no lo puedes cambiar y recuerda que puedes comenzar a construir cosas diferentes a partir de hoy.

    3. Libérate de la culpa, patéala, sólo te acorralará y buscarás de forma inconsciente el castigo, en vez de tener culpa, sustitúyela por responsabilidad, esta te dará un abanico de posibilidades para avanzar.

    4. Deja de añorar el pasado, comienza a disfrutar tu presente, lo que sí tienes, en vez de sufrir por lo que no tienes, date cuenta de lo que sí hay, agradécelo.

    5. Hay que aprender del pasado, ¿qué te viene a enseñar?, es importantísimo crear la consciencia del aprendizaje para que no vuelva a suceder, para que las lecciones ¡dejen de repetirse!

    A veces lo más difícil es conseguir que se vaya del todo eso que ya se fue. Te invito a ver a tu pasado como un maestro, ver esas vivencias como grandes resultados de la maravilla que eres ahora. Recuerda que eres el resultado de todas tus decisiones pasadas, ¿qué vas a empezar a decidir hoy?

    Por: Karla Rochín del Rincón

    Lic. Ciencias de la Comunicación, Psicoterapeuta Gestalt, Instructora Certificada Thetahealing.

    Info. (668) 832-9863

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